Treonina – Todo lo que tienes que saber

Como ya lo hemos observado en más de una vez, los aminoácidos son unas unidades químicas con las que nuestro organismo logra elaborar la producción de proteínas. Cuando estas pasan a ser digeridas o llegan a descomponerse, los aminoácidos instantáneamente llegan a desaparecer con ellas.

En su totalidad existen de dos clases, los aminoácidos no esenciales que son aquellos con los que nuestro cuerpo puede sintetizar por medio de otros aminoácidos, y existen los aminoácidos esenciales que tienen que ser incorporados al organismo por medio de rigurosas dietas. Entre sus actividades principales en nuestro cuerpo destaca la síntesis del colágeno, la reestructuración de los tejidos, mantener el equilibrio de la glucosa en la sangre y controlar el sistema metabólico de azúcares y grasas.

Sin embargo, no solo estos son los que existen ya que podríamos encontrar otros menos presentes pero que igual son necesarios para el funcionamiento óptimo de nuestro cuerpo entre los cuales podríamos mencionar el triptófano, el ácido aspártico, la arginina, la lisina, la cisteína y la leucina. No obstante, en esta ocasión vamos a enfocarnos en el estudio breve pero a la vez directo de uno de las más desconocidas por la población en general, la treonina y todo lo que deberías saber de ella.

¿Qué es la Treonina?

La treonina podríamos decir que forma parte del conjunto de los aminoácidos conocidos como «esenciales» por lo cual, como lo hemos analizado anteriormente, el cuerpo no tiene la capacidad de producirla, sino que es necesario ingerirla por medio del consumo de diferentes tipos de alimentos que la contengan. Un consumo óptimo de esta que recomienda la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) proclama que es recomendable que la misma no llegue a superar los dieciséis miligramos al día. Como lo dictan muchas otras fuentes especializadas, la treonina la podemos obtener por medio de la fermentación de ciertos microorganismos o a través de la hidrólisis de algunas proteínas.

¿Para qué sirve y cuáles son sus beneficios?

Además, estamos hablando de un aminoácido que tiene la capacidad de convertirse en glucógeno hepático y glucosa en la sangre a través de múltiples vías. Esta habilidad lo hace ser una sustancia de gran importancia para el correcto desempeño de nuestro sistema hepático. Así, la treonina logra evitar la toxicidad del hígado y también prevenir enfermedades vinculadas al conocido como «hígado graso». Pero, afortunadamente, estas no serían las únicas funciones que la treonina cumple en nuestro cuerpo.

Nuestro sistema hepático no va a ser el único que tendrá sus claros beneficios si contamos con una cierta cantidad de treonina en nuestro organismo. Esta sustancia también va a poder intervenir en el funcionamiento del sistema digestivo, asegurándolo de no infectarse con ciertas enfermedades intestinales y siendo provechoso para la síntesis de las enzimas que ayudan a la correcta digestión de los alimentos.

Con relación al sistema articular y óseo, ayuda a prevenir algunas afecciones vinculadas como por ejemplo el reumatismo, la artritis, las luxaciones, la tendinitis y los esguinces.

También podríamos decir que es una sustancia muy importante para la estructuración del esmalte de la dentadura, el colágeno que le proporciona firmeza, fuerza y elasticidad a nuestra piel, y la elastina, una proteína que se encuentra en los tejidos óseos, conjuntivos y cartilaginosos, y cuyo objetivo es lograr que estos mismos puedan recuperar su estado normal luego de realizar alguna especie de esfuerzo físico irregular.

También es muy útil para mantener una óptima salud en nuestro sistema nervioso. Además, es la que tiene total responsabilidad de que este pueda comunicarse efectivamente con el cerebro.

treonina

¿En qué alimentos se encuentra la Treonina?

La treonina podríamos encontrarla muy presente en una amplia y extensa gama de alimentos, sobre todo en aquellos cuyo origen común sea el animal, como por ejemplo, los pescados, ciertos productos lácteos, la carne, los huevos y de una forma mucho más potente en carnes de conejo, pavo, cordero, pollo y cerdo. Otro ingrediente al que podríamos recurrir, a pesar del rechazo que genera en algunos consumidores, serían las vísceras, es decir, los riñones, hígados o sesos de estos animales.

Otra efectiva fuente de treonina en los alimentos está en las hortalizas y vegetales, como por ejemplo, la berenjena, el brócoli, el aguacate, la calabaza y la cebolla. También podríamos llegar a nombrarte los cereales, las legumbres, las semillas y los frutos secos… Todos estos con un gran valor nutricional que también cuentan con ésta sustancia en su composición. Específicamente en este punto te mencionaremos los garbanzos, la avena, el arroz, las nueces, la soja, las semillas de sésamo y los pistachos.

Sin olvidar a las frutas, que brindan las cantidades óptimas de treonina tanto frescas como deshidratadas, podríamos encontrar este potente aminoácido esencial en las fresas, el plátano, los higos, las uvas pasas, las ciruelas y las guayabas.

¿Cómo y cuándo tomar la Treonina?

Según la prestigiosa Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) lo más recomendable es no ingerir dosis que puedan llegar a ser capaces de superar los dieciséis miligramos diarios en nuestras comidas o a través de suplementos.

Efectos Adversos de la Treonina

A pesar de todos los pros que esta sustancia genera en nuestro cuerpo, su consumo excesivo en ocasiones podría llegar a ser perjudicial para nuestra salud, sobre todo si somos pacientes que nos vemos afectados por condiciones renales o hepáticas y a las mujeres embarazadas o que se encuentren lactando, pero solamente si este trata de los suplementos que quizás se recetan para tratar algunas enfermedades dermatológicas, alteraciones de nuestro sistema digestivo o nervioso, o inflamaciones de nuestro sistema óseo o articulaciones, entre algunos otros casos. Bajo estos datos debemos tener sumo cuidado de no ingerir de forma descontrolada y desproporcionada esta sustancia, es decir, aprovechar sus beneficios más no abusar de ellos ya que, todo en exceso hace daño.

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