Todo lo que necesitas saber sobre los sujetadores deportivos y sus beneficios

Cada vez es mayor el número de mujeres que han optado por adoptar saludables hábitos de vida y, además de dietas balanceadas, han decidido incluir el deporte en su jornada diaria. No obstante, en muchas ocasiones no tienden a prestar atención a una de las prendas más básicas para que tal actividad física no genere justamente lo que se busca evitar, es decir, problemas de salud. Estamos hablando del sujetador deportivo, un elemento más que esencial cuando se piensa ejecutar cualquier sesión de ejercicios.

En esta oportunidad vamos a conocer un poco más sobre los sujetadores deportivos y los beneficios que pueden aportar a las rutinas deportivas, vamos a ello:

¿Qué engloba los sujetadores deportivos?

Muchas son las mujeres que utilizan para sus sesiones deportivas los mismos sujetadores que normalmente llevan en su rutina común. Sin embargo, existen quienes optan acertadamente por modelos deportivos.

El punto principal acá es fijarse en un diseño bonito con colores llamativos, pero no dejando de lado la adaptación y ajuste perfecto acorde a la anatomía del usuario. Siempre contemplando, además, el grado de actividad física a realizar. Y es que evidentemente no es igual practicar deportes con saltos repetitivos como el baloncesto en comparación al Pilates, que presenta movimientos suaves con nula explosividad, pero que sostienen una duración mayor en el tiempo.

El pecho femenino presenta un grado de sujeción muy mínimo, así como una mayor movilidad incontrolada que cualquier otra sección del organismo, una característica que evidentemente se agrava cuando es practicado cualquier deporte, sin importar que este sea de bajo, medio o alto rendimiento. Por tal motivo, las funciones principales de esta prenda es la de aportar la sujeción necesaria en cualquiera de estas actividades, resguardando al pecho de los movimientos dañinos y evitando los impactos generados por la actividad física.

Los sujetadores deportivos del siglo XXI

En los años que corren, la investigación y la tecnología aplicada al mundo del deporte ha logrado conseguir que exista una amplia variedad de sujetadores deportivos en el mercado que se adapten a las diferentes necesidades actuales.

Las características principales que presentan estas prendas son el diseño ergonómico que permite proteger el pecho siempre y cuando se adapte a la figura. Así como también copas reforzadas que logren mantener una misma tonalidad muscular incluso ante las actividades físicas de mayor impacto, siendo así sumamente útiles para la recuperación de los mismos.

Además, tales ajustes han logrado a través de los años proporcionar una sujeción máxima y una libertad de movimiento mucho mayor gracias a los tirantes ajustables cruzados y todas las aberturas de la espalda con forma de mariposa. Este tipo de diseño y ergonomía, como el de los sujetadores Hunkemöller, lo que hace es potenciar la eliminación del sudor y aumentar el grado de ventilación sobre el cuerpo.

Adecuados para evitar lesiones

Escoger el modelo de sujetador deportivo que más se adecue a cada mujer es una acción que va a permitir evitar lesiones, pues se disfruta de una sujeción necesaria según el tipo de actividad física que se realice y la anatomía femenina de la persona.

La sujeción natural del pecho está basada en la misma piel y en los conocidos ligamentos de Cooper y, si el sujetador deportivo adecuado no es utilizado, estos pasan a realizar un trabajo adicional para el cual no se encuentran preparados, llegando incluso a romperse.

Lo anteriormente descrito no se debe tomar a la ligera, pues no es un problema temporal, ya que tales ligamentos no son capaces de regenerarse. Además, a pesar de que no se haya generado una ruptura, se pierde cierto grado de eficacia cuando resisten un trabajo excesivo, lo que hace que la caída natural del pecho se presente mucho antes de lo esperado.

Otra de las lesiones habituales que suelen padecer las mujeres que no utilizaron sujetadores deportivos o llevaron uno inadecuado es la micronecrosis, es decir, la muerte celular de secciones mínimas de los tejidos internos.

Además de esto, los impactos por el movimiento que se reciben mientras se ejecutan las actividades deportivas pueden llegar a generar ciertas lesiones internas de menor medida tanto en el sistema nervioso como en el vascular y el linfático.

Por otro lado, el hecho de no sentir comodidad al realizar una actividad deportiva a causa de los movimientos generados por el pecho hace que las mujeres, de manera inconsciente, modifiquen los ejercicios al tratar de mejorar tales incomodidades. Forzar de tal forma las rutinas y posturas puede derivar en riesgos tanto en lo que respecta a los músculos como a las articulaciones.

Un ejemplo de esto es si se está practicando running y la persona no se encuentra a gusto. En esta situación lo más probable es que se modifique de alguna manera la forma de correr a fin de minimizar la cantidad de molestias, algo que puede llegar a derivar en distensiones o esguinces.

En definitiva…

Ha quedado más que claro que la sujeción es una característica esencial si se busca evitar las lesiones, pero esto no se puede arreglar solamente con sujetadores deportivos que presenten una talla menor de la que se requiere. Pues tal acción lo que puede conllevar es a otras patologías como la isquemia, es decir, una disminución del riego sanguíneo en ciertas secciones del organismo de forma transitoria o hasta permanente. 

Esto sin mencionar otras patologías que se pueden presentar como problemas lumbares o cervicales, hipertrofia mamaria y hasta el popular “pezón de corredora”, que no es más que la irritación del pezón que produce dolencias similares a la del roce con quemaduras.

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