En el mundo del deporte y la actividad física es común que se originen lesiones causadas por diversos factores, como: recibir un trauma o golpe, esto se aplica sobre todo en el área del deporte, más específicamente en la práctica del fútbol. También debido a alguna contracción muscular, calambre o agujeta, aquí te dejamos una artículo con varios trucos para quitar las agujetas.
Los daños ocasionados deben ser tratados para poder reiniciar con normalidad las actividades físicas. Estos tratamientos van a depender de la gravedad de la lesión originada y la zona donde fue causada. Existe una zona que por la posición en la que está y el tamaño que tiene es más propensa a sufrir cualquier tipo de daño o traumatismo. Por lo tanto, se le debe tener particular atención y cuidado al sitio donde se encuentra el músculo sartorio, ya que cualquier lesión que se genere sobre él, puede llegar a comprometer toda la pierna. Este es un tema muy importante en particular para aquellas personas que practican fútbol, aunque también es de interés para cualquier tipo de personas. Conozcamos un poco más del tema, para estar preparado, saber prevenir y tratar una lesión si se llega a originar. Todo lo relacionado se discutirá en el siguiente post.
Contenido del Artículo
Origen del término
El término sartorio es de origen latino, y hace referencia a los sastres de la época que al momento de realizar su trabajo tenían la costumbre de cruzar las piernas. Acción que solo es posible gracias a este músculo
¿Qué es el músculo sartorio?
Es el músculo más largo de todo el cuerpo humano. Inicia en la parte superior de la pelvis, cruza por la parte trasera del muslo y finaliza en la tibia, o hueso de la espinilla, tiene una forma alargada que se asemeja a una “s” y cruza por dos articulaciones, la de la cadera y la de la rodilla. Puede tener un tamaño en un adulto de estatura promedio de hasta 60 centímetros. A través de él pasa una arteria importante, la arteria femoral y también el nervio femoral. Es el músculo sartorio que permite girar la rodilla hacia el interior, de modo que podados sentarnos con las piernas cruzadas, también gracias a él nos podemos mover al caminar, doblar la cadera y girarla hacia afuera.
Funciones del músculo
Debido a su gran tamaño, este músculo interviene en gran parte de los movimientos y flexiones que se pueden realizar en piernas y cadera. Se pueden considerar los siguientes:
- Alejamiento de la cadera: Permite realizar este movimiento de la siguiente manera: se mantiene una pierna recta y se va alejando del cuerpo.
- Flexibilidad de la cadera: Permite la ejecución de los movimientos donde se eleva solo una pierna o se inclina la parte superior del cuerpo.
- Movimientos externos de la cadera: Gracias a este músculo se puede rotar la cadera hacia afuera del cuerpo y formar óvalos o círculos, que son movimientos bastante frecuentes en los ejercicios de calentamiento.
- Flexiones de las rodillas: Facilita la ejecución de estos movimientos, de modo que la pierna pueda doblarse ligeramente hacia atrás formando un pequeño ángulo de inclinación con el muslo. Gracias a esta capacidad, se pueden realizar innumerables rutinas de ejercicios.
- Movimientos de las rodillas: Permite la rotación interna de la rodilla, cuando se realizan los movimientos de flexión.
- Activación del músculo: Todos los movimientos antes descritos, se pueden llevar a cabo, gracias a que el músculo permanece activo durante la ejecución de los mismos.
Lesiones que se pueden originar en él
Las lesiones que se pueden originar en este músculo son producto de la ruptura en las fibras longitudinales o fusiformes, las cuales son las fibras musculares que lo conforman. Si la fuerza que se aplica es mayor a la que las fibras pueden llegar a generar, se originan dichas rupturas. Las lesiones más comunes son las siguientes:
- Lesión por traumatismo: Es causada por recibir un golpe directo sobre una zona específica del músculo. Una de las contusiones que se origina con más frecuencia es la siguiente:
- Pata de ganso: Es el nombre común que se le da a la lesión que se origina en el tendón pes anserine o anserina. Además de comprometer al músculo sartorio, compromete a dos músculos más: el semitendinoso y el grácil. Debido a que la pata de ganso, que lleva su nombre por el parecido que tiene la zona con la extremidad del animal, une a los tres músculos con la tibia en la parte inferior de la rodilla. Y cualquier traumatismo generado en ese lugar afecta a los tres. Los síntomas pueden ser dolorosos e intensos con aparición de enrojecimiento, sensibilidad e inflamación de la zona afectada.
- Lesión por actividad cardiovascular: Se pueden originar daños en las fibras musculares por correr o saltar de manera inadecuada. Son las lesiones más frecuentes que se generan en los jugadores de fútbol, corredores y bailarines profesionales.
Lesiones por falta de calentamiento: Por realizar ejercicios sin tener el cuerpo preparado para ejecutar las rutinas físicas también puede causar lesiones del músculo sartorio.
Tratamientos
El tratamiento para este tipo de lesión generalmente se realiza de manera combinada, incluyendo varias alternativas como: ejercicios de rehabilitación, de meditación, de estiramiento, aplicación de cremas y gel relajantes y administración de analgésicos. Esto con el fin de sanar los daños de manera más rápida y sin que queden secuelas. Entre los tratamientos más empleados se encuentran:
- Reposo: Cuando se origina una lesión en las fibras musculares sartorias es importante guardar un tiempo prudente de reposo, hasta la reconstrucción de las mismas antes de volver a las rutinas de ejercicio.
- Masajes y ejercicios: Para sanar una lesión muscular es recomendado realizar masajes relajantes sobre la zona afectada. Al momento en el que ya con la ayuda de los masajes se ha reducido la inflamación, se pueden realizar estiramientos que ayudan a estimular los músculos, activando la circulación de la sangre, evitando los espasmos, lesiones futuras y sanando las fibras.
- Fármacos: Es una útil alternativa para sanar un lesión en el músculo. Se puede hacer uso de cremas y pomadas, comprimidos analgésicos como el ibuprofeno y el naproxeno, antiinflamatorios y en casos más graves los esteroides.
- Aplicación de compresas: Colocar sobre la zona afectada compresas de agua fría, hielo, agua caliente o alternando entre ambas, ayuda a reducir la inflamación y en enrojecimiento causado.
- Ejercicios de flexibilidad: Ya después de tener un adecuado periodo de descanso, y haber realizado los respectivos ejercicios de estiramiento para activar los músculos, se puede intentar una alternativa un poco más exigente, implementando ejercicios de flexión que promueven la tensión muscular y generan más fuerza en las extremidades, que se ha perdido producto de la lesión.
- Alimentos: Algunos alimentos tienen propiedades curativas y son muy buenos para sanar las lesiones que originan las rupturas de las fibras musculares. Los más efectivos son: la sábila, los frutos secos, las espinacas, las acelgas, el aguacate, el pepino, cualquier tipo de té, el brócoli, la coliflor, la linaza, el limón y otros.