Experimentar nuevas técnicas, rutinas deportivas o de acondicionamiento físico, es algo a lo frecuentemente acostumbran aquellos quienes sienten gran pasión y devoción por mantenerse en forma. Variar de vez en cuando la actividad física a la que estamos acostumbrados, porque nos sentimos cómodos practicándola, porque nos da los resultados que esperamos o por cualquier otra razón, es bastante beneficioso desde diversos puntos de vista.
La complementariedad que debe existir a la hora de ejercitarnos, es un elemento que siempre se debe considerar para lograr efectividad en nuestro plan de entrenamiento; es por esto que han surgido disciplinas como el Body Combat, que rompen con los esquemas tradicionales de las clases de aeróbic, spinning, Pilates, entre otros, que están enfocadas en un solo tipo de ejercicio o herramienta de ejecución, sin dejar de ser estas, excelentes alternativas deportivas.
Entrar al mundo del Body combat, te hará mejorar tu capacidad cardiovascular y mental, además, te permitirá aprender movimientos básicos de distintas artes marciales como el Boxeo, Karate, Tai Chi, Tae Kwon Do, Capoeira, que ampliarán tus conocimientos y capacidades deportivas.
Contenido del Artículo
¿De donde surge el Body Combat?
En el año 2000, la sede de un gimnasio ubicado en Nueva Zelanda, fue el lugar donde un gran conocedor de las artes marciales de nombre Nathalie Leivas, transformó la manera como se venía realizando las rutinas dirigidas para alcanzar un acondicionamiento físico de alto nivel o lo que se conoce como un cuerpo fitness.
Este tipo de entrenamiento se convirtió en un programa formal que se fue popularizando a nivel mundial, dado su novedosa metodología basada en la combinación de diferentes estilos de algunos deportes de combate con ritmos musicales que marcan la intensidad de la ejecución de los movimientos, lo que garantiza que cada sesión esté marcada por la acción y la diversión, al mismo tiempo que por una gran exigencia física.
Principios básicos del Body Combat
- Su práctica se puede realizar de forma individual o grupal, tanto para hombres como para mujeres; lo importante es tener el entusiasmo y contar con un instructor capacitado en la enseñanza de esta disciplina.
- La edad de los practicantes, es un elemento no limitativo, ya que no se precisa de una edad en específico; la intensidad e impacto de los movimientos pueden ser ajustados a las condiciones físicas de cada persona, teniendo en cuenta que no todos tienen la misma resistencia. A pesar de esto, quienes padecen alguna complicación de salud de tipo cardíaca o de tensión arterial, deben abstenerse a la práctica de Body Combat, porque no deja de ser exigente.
- Con respecto a la metodología, patadas y puñetazos, aspectos representativos de las artes marciales, son los movimientos en los cuales se basan casi todos los ejercicios que se realizan.
- Se debe seguir el ritmo de piezas musicales que, por lo general, son rápidas; este es el elemento que motoriza la intensidad de cada coreografía. Este puede convertirse en un factor contrario a su práctica, ya que se precisa de coordinación y, no a todas las personas le va muy bien con este requisito, aunque nada cuesta intentarlo y esmerarse en conseguirlo.
- Mantenerse hidratado antes, durante y luego de la sesión.
- Cada clase tiene una duración de una hora, la cual puede ser reducida a 45 minutos, todo depende del instructor y la rutina que éste tenga preparada. Tiene tres momentos específicos: el calentamiento, el entrenamiento con exigencia y el estiramiento muscular.
Qué logras con el Body Combat
Esta disciplina del Fitness, ha ganado su reconocimiento mundial porque es muy integral y complementaria. Los beneficios de salud corporal y mental son numerosos, veamos:
- La coreografía que establece el instructor, amerita de coordinación y concentración para que la secuencia de cada ejercicio se realice correctamente y surta el efecto físico que se desea.
- Es ideal para bajar de peso. Debido a su exigencia aeróbica, indudablemente, se obtiene una gran pérdida de grasa corporal, eso sí, desde tener una dieta balanceada, baja en carbohidratos y grasas, para que puedas ver los resultados a corto o mediano plazo.
- El aprendizaje y la práctica de artes marciales, así sea de esta manera somera, proporciona una sensación de seguridad y confianza ante la vida. Es decir, nuestra actitud mejora y se refleja un estado de ánimo muy positivo, de autovaloración de sí mismo.
- La salud en general, se ve beneficiada. Por un lado, las condiciones de las funciones cardiovasculares y pulmonares, mejoran en la medida que se va avanzando y adquiriendo mayor resistencia, reduciendo las probabilidades de sufrir enfermedades asociadas al funcionamiento de estos dos importantes órganos, el corazón y los pulmones.
- 5. La estructura ósea, también obtiene su recompensa, ya que se ve fortalecida debido al aumento de su densidad.
- Definir y tonificar musculatura. A pesar de tratarse de ejercicios aeróbicos, los movimientos que se realizan, propios de las artes marciales, tienen esa particularidad; su ejecución debe hacerse con fuerza e intensidad, lo que amerita mayor esfuerzo de los músculos.
Cómo es una clase de Body combat
Lo primero que debes saber es que tienes que estar dispuesto a realizar un gran esfuerzo físico y mental. Los movimientos basados en las técnicas de artes marciales, se realizan, siguiendo el ritmo de la música con una coreografía en específico, es decir, series combinadas de distintos ejercicios, golpes y patadas, que son repetidas siempre de la misma manera, en un tiempo determinado, con una misma intensidad. Un buen ritmo musical garantiza una buena clase, la hace dinámica e inspiradora.
Esta metodología, aunque no se lea tan complicada, es muy exigente, más aún, para los principiantes. Pero todo es cuestión de práctica, voluntad y constancia; a medida que vayas haciendo más clases, más irás progresando hasta llegar al punto de alcanzar el nivel técnico y la resistencia apropiada.
Paulatinamente, tu capacidad cardiovascular y pulmonar se irá adaptando a los niveles de exigencia; no puedes perder la paciencia y la motivación, en caso de que no logres resistir las primeras clases o, no logres coordinar la coreografía, inclusive, si tienes un nivel intermedio-alto de resistencia y coordinación.
Los diferentes tipos de patadas, son los movimientos que debes hacer con mayor precisión, técnica y destreza, ya que, de hacerlo de manera incorrecta o imprecisa, corres el riesgo de sufrir una lesión en las articulaciones. Aunque cualquier ejercicio debe ser ejecutado con la técnica correcta, en el Body Combat, se requiere un poco más de dedicación.
En cuanto a la vestimenta y el calzado, procura usar la ropa deportiva con el tejido que te sientas más cómodo, bien sea si es licra, Cotton licra o algodón; es primordial que uses unas zapatillas apropiadas, que tengan un buen agarre del pie y que se adecuen a los movimientos que se realizan.
¿Cuál es la rutina apropiada que debes tener?
Recuerda que todo depende de tu resistencia física y cardiovascular, para que programes tus clases. Inicialmente se recomienda realizar tres horas a la semana, es decir, tres sesiones, día por medio, la cual puedes intercalar con dos horas de ejercicios anaeróbicos o cualquier otro tipo de actividad física, para que mantengas las condiciones.
No todas las clases, necesariamente, tienen la misma intensidad, así como, no todos los instructores tienen el mismo estilo y nivel de exigencia. Generalmente, las coreografías son cambiadas cada cierto tiempo, con la intención de que se aprendan nuevos movimientos y se aumente la exigencia.
Es importante que vigiles que cada rutina debe realizarse en tres bloques:
El primero, de calentamiento y demostración de los ejercicios que serán implementados en la coreografía.
El segundo, trata de explotar al máximo la energía, la resistencia y la velocidad, dedicando ciertos ejercicios a trabajar zonas musculares en específico, siempre dando lapsos de tiempos cortos para el descanso o recuperación.
Tercero y, finalmente, se inclina más por ejercicios que impliquen mayor fuerza y el estiramiento.